Imagino que estamos abrasados y que me dejo caer en tus brazos, el mundo se me paraliza y en tu cuerpo, en tus pensamientos, en tu inmenso amor me olvido de mi existencia porque estoy pensando en la forma en que hablas y te mueves, en como el viento se desliza por tus hermosos cabellos en la primavera.
Maravilla de Dios, las flores del mundo envidian tu belleza, hermosa mujer me siento un rió que recorre con su tímida y pausada corriente tu rostro, tu cintura y termina desembocando en tu amor.
Quiero ser como el viento que siente los latidos de tu pecho y escucha tu silencio enamorado, que luego de danzar sobre tu belleza se deposita en tus labios y en la inmensidad de tus besos.
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